Hoy voy a hablaros del llamado «Empathy Map» o comúnmente en español «Mapa de Empatía«.
Algunos de vosotros habréis montado una empresa, o bien tenéis en proyecto montarla, o simplemente realizais tareas de atención al cliente dentro de una en favor de otra persona. Pues bien, lo que a continuación voy a hablar puede resultar interesante para todos vosotr@s.
Siempre se ha venido clasificando en el mercado a los clientes a través de segmentos para ver que productos y servicios eran más acordes a unos grupos u otros con tal de satisfacer sus necesidades. Se hacía en base a criterios como el sexo, la edad, cultura, formación, economía, lugar de residencia, etc….
Pero en estos tiempos que corren, se han hecho esfuerzos más amplios en este sentido porque se ha producido un cambio de tendencia en el mercado. Ahora no se debe solo clasificar a los clientes por criterios, sino ponerse en el lugar del cliente para saber cómo es y qué quiere, esto es, empatizar o ponerse en su lugar.
Por tanto, la persona vendedora o prestataria del servicio ha de unirse formando un todo con sus clientes, escucharlos y tratar de conocerlos mirando la perspectiva del día a día por parte de los mismos para lograr no solo la venta, sino la satisfacción plena de la otra parte y saber que no se ha fallado en el intento.
Por lo que es conveniente hacerse unas cuantas preguntas en base a lo dicho anteriormente:
1. ¿Qué piensa y siente el cliente?
Muy importante es tratar de conocer cuáles son las preocupaciones e inquietudes que rodean a cada persona, sus impresiones y su estado de ánimo con respecto del mundo que les rodea. Se deberá de ser la mente del cliente.
2. ¿Qué oye el cliente?
Por regla general, las personas no adquieren cualquier cosa sin antes obtener información o preguntar. Lo hacen a través de diferentes medios, como son la televisión, la radio, internet, grupos de amigos, familia, etc…. Por tanto, es fundamental saber qué información adquiere cada persona para poder darle aquello que desea, siendo sus oídos.
3. ¿Qué ve el cliente?
A través de esta pregunta se logra saber que ve el cliente diariamente de su entorno, de la gente y de todas las posibilidades que ofrece el mercado. En esta ocasión se deberán ser los ojos del mismo.
4. ¿Qué dice y hace el cliente?
En esta ocasión se deberá de actuar siendo el cuerpo y la voz del cliente. Así se logrará saber como actúa frente a los demás y cómo comunica las cosas con su entorno.
5. ¿Qué duele o frustra al cliente?
Muy importante es averiguar cuáles son los aspectos negativos que están dentro de cada persona y con los cuales conviven diariamente, pues obviamente no son los mismos para una u otra persona. Aquí cabría estudiar las barreras, fracasos y preocupaciones que pueden poner en jaque o frenar el desarrollo personal y bienestar de cada cual.
6. ¿Cuáles son las motivaciones del cliente?
Por último, se deberán de analizar los aspectos positivos que rondan la mente de cada cliente. Aquí cabría nombrar el éxito, los logros personales, las aspiraciones y las metas que desea conseguir cada persona en su desarrollo personal y su bienestar.
En base a la imagen anterior, la idea es que antes de acometer cualquier acción, se analice detenidamente cada uno de estos puntos para tener seguridad de que aquello que se vaya a ofrecer cumpla las expectativas de aquellas personas que así lo esperan.
Recomendaría coger ideas antes de esto, si es con un grupo de personas mejor, ya que como mejor se toman ideas es intercambiando diversas opiniones y debatiendo.
El Mapa de Empatía es una herramienta que permite empatizar con el cliente, esto es, ponerse en el lugar del mismo, saber qué quiere, cómo lo quiere, mantener escucha activa de las ideas que pueda proponer para mejorar, y en definitiva, darle aquello que quiere.